Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2016

Prólogo de Dalila Dreaming - Pablo Montoya

Pablo Montoya Campuzano - © Random House Prólogo C onocí a Carlos Castillo Quintero en 1986. No recuerdo bien si fue durante el día, en un pasillo de la UPTC donde él hacía estudios de Economía; o en alguna taberna, en la fría noche tunjana. Éramos entonces muy jóvenes y nos empujaba un mismo interés: la literatura. De entrada, Carlos me suscitó una sensación paradójica: era talentoso y altivo. Recuerdo que siempre se presentaba, teniendo diecinueve o veinte años, como escritor, y yo sonreía un poco incómodo ante su prematuro arrojo. Después lo supe con claridad: la supuesta jactancia no era más que una de las formas de su convicción literaria que, hasta el día de hoy, ha permanecido inalterable. Poco después decidimos, en medio de una precariedad proverbial, fundar una revista que llamamos “Rapsoda”. Allí, en sus cuatro números, publicamos nuestros primeros cuentos, ensayos y poemas. Por ello, solemos decir, él y yo, que nuestra carrera literaria inició en Tunja y con