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Poemas para celebrar el Día Internacional de la Mujer

Se me ocurre que una forma digna de celebrar el Día Internacional de la Mujer es convocando a la poesía escrita, pintada y cantada. Y qué mejor que sea con obras de Jorge Luis Borges, Amadeo Modigliani y Luis Eduardo Aute.

¡Felíz día Mujer!


* * *


Detail of “Woman with a Necklace” by Amadeo Modigliani (1917)


DOS POEMAS INGLESES
Por Jorge Luis Borges (1934)

I.

El inútil amanecer me encuentra en una esquina desierta; he sobrevivido a la noche.

Las noches son olas orgullosas; olas pesadas y oscuras, abrumadas con todos los tintes del despojo, abrumadas con cosas imposibles y deseables.

Las noches tienen un hábito de regalos misteriosos y de rechazos, de cosas a medio entregar, a medio rehusar, de joyas con un hemisferio oscuro.

Las noches actúan de esa manera, te lo advierto.

El oleaje, esa noche, me dejó los acostumbrados retazos y cabos sueltos: algunos odiados amigos para charlar, música para los sueños, y el humear de amargas cenizas. Cosas que no le sirven a mi corazón hambriento.

La gran ola te trajo.

Palabras, unas palabras, tu risa; y tú tan indolente, tan incesantemente hermosa. Charlamos y has olvidados las palabras.

El destrozado amanecer me encuentra en una calle desierta de mi ciudad.

Tu figura que se aleja, los sonidos que van a formar tu nombre, la cadencia de tu risa: estos son los insignes juguetes que me dejaste.

Los pongo de cabeza en la madrugada, los pierdo, los recupero; se lo cuento a un puñado de perros vagabundos y a las pocas estrellas extraviadas de la aurora.

Tu oscura y espléndida vida...



II.

¿Con qué puedo retenerte?

Te ofrezco calles descarnadas, desesperados ocasos, la luna de rasgados suburbios.

Te ofrezco la amargura de un hombre que ha mirado larga y lentamente la luna solitaria.

Te ofrezco mis ancestros, mis muertos, los fantasmas que los vivos han honrado en mármol; el padre de mi padre, caído en la frontera de Buenos Aires, dos balas en los pulmones, barbado y muerto, arropado por sus soldados en el cuero de una vaca; el abuelo de mi madre –apenas veinticuatro años- al frente de una carga de trescientos hombres en el Perú, ahora fantasmas sobre caballos desvanecidos.

Te ofrezco cualquier hallazgo que puedan guardar mis libros, cualquier hombría, el humor que pueda tener mi vida.

Te ofrezco la lealtad de un hombre que nunca ha sido leal.

Te ofrezco ese núcleo de mí mismo que he salvado, de algún modo: ese corazón que no comercia con palabras, que no trafica con sueños, y que no ha sido tocado por el tiempo, por el júbilo, por las adversidades.

Te ofrezco el recuerdo de una rosa amarilla, contemplada al atardecer, años antes de que tú nacieras.

Te ofrezco explicaciones de ti misma, teorías acerca de ti misma, auténticas y sorprendentes noticias de ti misma.

Te puedo dar mi soledad, mi oscuridad, el ansia de mi corazón; Estoy tratando de sobornarte con la incertidumbre, con el peligro, con la derrota.

* * *

Desnudo femenino sentado. Amadeo Modigliani (1906)

TWO ENGLISH POEMS
Por Jorge Luis Borges (1934)

I.

The useless dawn finds me in a deserted streetcorner; I have outlived the night.

Nights are proud waves: darkblue topheavy waves laden with all hues of deep spoil, laden with things unlikely and desirable.

Nights have a habit of mysterious gifts and refusals, of things half given away, half withheld, of joys with a dark hemisphere. Nights act that way, I tell you.

The surge, that night, left me the customary shreds and odd ends: some hated friends to chat with, music for dreams, and the smoking of bitter ashes. The things my hungry heart has no use for.

The big wave brought you.

Words, any words, your laughter; and you so lazily and incessantly beautiful. We talked and you have forgotten the words.

The shattering dawn finds me in a deserted street of my city.

Your profile turned away, the sounds that go to make your name, the lilt of your laughter: these are the illustrious toys you have left me.

I turn them over in the dawn, I lose them; I tell them to the few stray dogs and to the few stray stars of the dawn.

Your dark rich life…

I must get at you, somehow: I put away those illustrious toys you have left me, I want your hidden look, your real smile –that lonely, mocking smile your mirror knows.



II.

What can I hold you with?

I offer you lean streets, desperate sunsets, the moon of the ragged suburbs.

I offer you the bitterness of a man who has looked long and long at the lonely moon.

I offer you my ancestors, my dead men, the ghost that living men have honoured in marble: my father’s father killed in the frontier of Buenos Aires, two bullets through his lungs, bearded and dead, wrapped by his soldiers in the hide of a cow; my mother’s grandfather –just twentyfour- heading a charge of three hundred men in Perú, now ghosts on vanished horses.

I offer you whatever insight my books may hold, whatever manliness humour my life.

I offer you the loyalty of a man who has never been loyal.

I offer her that kernel of myself that I have saved, somehow – the central heart that deals not in words, traffics not with dreams and is untouched by time, by joy, by adversities.

I offer you the memory of a yellow rose seen at sunset, years before you were born.

I offer you explanations of yourself, theories about yourself, authentic and surprising news of yourself.

I can give you my loneliness, my darkness, the hunger of my heart; I am trying to bribe you with uncertainty, with danger, with defeat.

Trad. Antonio Camou. Publicado en el Suplemento Cultural del Diario Hoy (La Plata), junio de 2006, en el vigésimo aniversario de la muerte de Jorge Luis Borges.


Tomado de la web de Antonio Camou. Ver:
http://www.antoniocamou.com.ar/DOS%20POEMAS%20DE%20BORGES%20Y%20UNA%20MUJER%20PERDIDA-Camou.htm


* * *

"No levantes ningún muro en tu cuerpo esta noche..."





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